A proposito del primer aniversario de la instalación del plantón en la carretera hacia la mina, presentamos este vídeo corto que relata la lucha de la resistencia pacífica de Olopa, acompañada por Nuevo Dia, contra un proyecto minero que inició sus actividades en su territorio sin realizar la consulta previa, libre e informado.

 

Organizados estamos listos en la lucha.

Por nuestros hijos no hay nada que nos detenga.

Hoy bajo el sol, bajo la lluvia y bajo el hambre.

Por nuestra vida y por la tierra canto yo.

Canción “Resistencia Olopa”- Ubaldino García

 

PBI acompaña a la Central Campesina Ch’orti’ Nuevo Día (CCCND) desde el año 2009. Esta organización trabaja en comunidades maya ch’orti’ en el departamento de Chiquimula. Su labor consiste en asesorar y acompañar a las comunidades en sus procesos de defensa del territorio, de acceso a la tierra y de reconocimiento como comunidades indígenas. Uno de los procesos que apoya CCCND es el de la Resistencia Pacífica frente a la mina “Cantera Los Manantiales”, en el municipio de Olopa. Este proceso busca defender el territorio ch’orti’ y el medio ambiente ante la falta de consulta a las poblaciones afectadas por las actividades mineras.

La Mina “Cantera Los Manantiales”

En el año 2012 el gobierno de Otto Pérez Molina, a través del Ministerio de Energías y Minas (MEM), otorgó a la empresa American Minerals S.A. una licencia de explotación para la extracción de antimonio con vigencia por 25 años. El terreno para implementar dicho proyecto extractivo está ubicado en la aldea El Carrizal, que pertenece al municipio de Olopa, y abarca una superficie de dos kilómetros cuadrados. Dicha licencia fue otorgada sin haber realizado la debida consulta previa, libre e informada a las comunidades, tal y como prevé el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). A pesar de ello, la empresa dio inicio a sus operaciones en el año 2016.

Las comunidades, pronto se dieron cuenta de que la explotación de antimonio estaba provocando una serie de impactos negativos sobre el agua y el medio ambiente. Por ello, las autoridades indígenas, junto con varias personas de la comunidad, concluyeron que esta iniciativa económica impulsada por el Estado no suponía el verdadero desarrollo que les habían prometido y, por tanto, había que frenarla antes de que los daños causados fueran irreversibles.

“Nosotros nos oponemos a la mina porque nos causa enfermedades, destrucción de los bosques, pérdida de cultivos”1.

“Nos dimos cuenta de que los peces ya se estaban muriendo en cantidades. Unos niños de la comunidad que no tienen agua bajan a la quebrada, allí lavan sus ropitas, sus trastos… entonces nos dimos cuenta que este agua estaba totalmente afectada por la contaminación de los desechos del material que retiraban de la mina. Así es como dimos inicio a la protesta en la que estamos en este momento”2.

“Había una montañita bien bonita, pero talaron todo el bosque y lo que destruyeron ya no lo van a construir. Al campesino, si bota alguna madera, le toca sembrar una cantidad más; pero al poderoso no se le exige nada, puede sacar todo y ya”3.

La lucha por la defensa del territorio

Viendo los efectos negativos del proyecto minero, las personas de las comunidades iniciaron su lucha de forma pacífica con el fin de expresar su rechazo a la mina y conseguir su cierre definitivo. Aunque las y los integrantes de esta Resistencia pacífica realizaron numerosas acciones, no lograron que la mina dejase de operar: “Cuántas denuncias hemos puesto, cuántas caminatas hemos hecho, pero a nosotros no nos escuchan porque como no tenemos dinero...”4.

Desde que inició la Resistencia, sus integrantes han enfrentado riesgos por proteger la naturaleza y el medio ambiente. Como consecuencia de sus acciones no violentas en defensa del territorio, en enero de 2016, 22 de sus lideres y lideresas comenzaron a sufrir criminalización. Se les acusaba de delitos de lesión en riña, allanamiento, amenazas e incendio agravado. Y aunque la persecución penal finalizó dos meses después de la acusación, a través de una conciliación judicial, los incidentes de seguridad no cesaron, por el contrario, volvieron con más fuerza durante el año 2018. En dicho año, mientras la mina siguió operando, hubo varios episodios de vigilancia, así como constantes intimidaciones y numerosas amenazas hacia la Resistencia y hacia la coordinación de la CCCND. Fue en este contexto de tensión, cuando en noviembre de 2018, Elizandro Pérez, Autoridad Indígena de 36 años de edad y vecino de La Prensa - comunidad cercana a la mina - e integrante de la Resistencia, fue encontrado sin vida en su domicilio. Si bien los hechos alrededor de su muerte no se han esclarecido aún, cabe resaltar que Elizandro, en los meses anteriores a su fallecimiento, había sido blanco de intimidaciones y amenazas de muerte reiteradas por su participación en la defensa del territorio.

El agotamiento por las agresiones continuas, así como el dolor por la pérdida de uno de sus líderes, llevó a la Resistencia a acordar una hoja de ruta con los pasos a seguir. Ese mismo mes de noviembre de 2018, la Resistencia promovió una inspección “in situ” de las aldeas aledañas a la mina, conformada por el MEM y el Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales (MARN). El objetivo era constatar los daños medioambientales y realizar un estudio sobre el impacto ambiental que estaba ocasionando la mina. El 25 de febrero de 2019 todas las partes volvieron a reunirse para conocer los resultados de dicha inspección. En esta reunión las autoridades indígenas reiteraron su petición de que se respetara la decisión de las comunidades en cuanto al cierre absoluto de la mina. A su vez el MARN presentó su estudio de impacto ambiental certificando que la mina no cumplía ni con los requisitos ambientales y ni con los legales, por lo cual se pidió la suspensión oficial de la licencia ambiental de dicho proyecto minero, el cierre definitivo e inmediato de la mina, el retiro de la maquinaria y el fin de las intimidaciones y ataques a la Resistencia.

Los plantones La Prensa y El Carrizal como forma de resistencia pacífica

El mismo día que el MARN ordenó la suspensión de la licencia - 25 de febrero de 2019 -, comunitarios y comunitarias del municipio de La Prensa e integrantes de CCCND se declararon en Asamblea Permanente e instalaron un plantón pacífico en la entrada de la mina: “La idea de hacer un plantón llegó de las mismas comunidades al ver el desastre que hicieron a la Madre Naturaleza. Pensaron en formar un plantón en resistencia pacífica, no violenta, para contrarrestar el desastre”5. El objetivo de este plantón era garantizar que se ejecutaran las decisiones del MARN y que en el plazo otorgado de 15 días hábiles se cerrara la mina y se retirara la totalidad de las máquinas. El plantón La Prensa está en pie las 24 horas del día, de lunes a domingo: “Somos seis comunidades las que hacemos los turnos cada día. Cada 24 horas entregamos el turno a otra comunidad para vigilar, para ver que la empresa no retorne nuevamente a la mina”6. El 8 de abril de 2019, se formó un segundo plantón en la otra entrada de la mina, cerca de la comunidad El Carrizal. Bajo la observación y la presión ejercida por ambos plantones, los empresarios retiraron toda la maquinaria, pero los plantones continuaron debido a que dichos empresarios amenazaron en varias ocasiones con volver a entrar y continuar con sus actividades extractivas.

La presencia día y noche en el plantón conlleva una serie de riesgos para los y las integrantes de la Resistencia. Han sido constantes las amenazas de muerte, las intimidaciones, los disparos al aire y al suelo, la vigilancia, las demandas judiciales y los intentos de cooptación. La Resistencia ha identificado que los responsables de tales hechos son trabajadores de la empresa que viven en comunidades cercanas. Esta inseguridad permanente afecta profundamente sus vidas, pues les aleja de sus casas, de sus trabajos, del cuidado de sus familias, y les impacta emocionalmente.

“En el plantón yo he estado en pie de lucha. He tenido problemas serios por estar allí, por defender la Madre Tierra. Le digo, momentos de tristeza y de alegría, las dos cosas”7.

“En el plantón hay momentos difíciles, hay momentos que nos desesperamos porque los de la seguridad de la mina pasan por allí, frente a nosotros, armados. Nos sentimos intimidados por ellos porque nosotros no usamos armas sino que usamos nuestras ideas”8.

“Allí tenemos que hacer el día y la noche, y uno no duerme sino que está sufriendo. Todavía los guardaespaldas de los mineros todas las noches disparan. Entonces hay un riesgo. Esos pistoleros a mí y a mi esposo nos tiraron una bala, pero gracias a Dios no me tocó. Pues la verdad es que la lucha nos ocupa tanto, que dejamos nuestras casas botadas, nuestro trabajo, dejamos nuestro maíz en el monte y de repente alguien llega para agarrarlo. Nos preocupa porque nos atrasamos y ya no ganamos nuestras comidas. Nos preocupa mucho, por eso es que queremos desalojar la mina, porque nos están quitando la vida, es una perdida de vida”9.

El amparo ante la Corte Suprema de Justicia, la esperanza de futuro

Ante la inactividad de varias instituciones del Estado, CCCND y la Resistencia dieron un paso decisivo para que se cerrara definitivamente la mina en nombre de la defensa del medio ambiente y del territorio Ch’orti’. En agosto de 2019, varias autoridades indígenas de las comunidades de Olopa viajaron a la Ciudad de Guatemala para entregar un amparo ante la Corte Suprema de Justicia. El contenido del amparo demandaba su derecho a la consulta previa, libre e informada sobre las actividades mineras de la empresa "Cantera Los Manantiales". Esta acción es muy significativa para la organización y la Resistencia, pues el amparo podría llevar al cumplimiento del cierre definitivo de la mina.

“Lo que esperamos es que las licencias en el MEM sean canceladas para que todo el problema que tenemos se termine”10.

“Hoy estamos aquí con el ánimo de poner ese amparo para ver si de verdad le damos solución y descansar un poco de esta Resistencia”11.

La mayor preocupación de la Resistencia es, sin lugar a dudas, el futuro de las nuevas generaciones: “Sabemos que nos perjudica, especialmente a la generación nueva que va venir. Hemos perdido la mayor parte de la naturaleza. Era un lugar muy sagrado que se perdió por las actividades de la empresa12”. “La mina hizo un gran desastre allí, no hay leña, no hay nada, ya es desierto. ¿Qué quedó? Nos preocupa para el futuro que viene. ¿Qué les vamos a dejar a nuestros hijos?” 13.

Estos hombres y mujeres, valientes y tenaces, han sido capaces de transformar su indignación, angustia y desesperanza en motivación y coraje en favor de la vida. Este es su motor para seguir luchando.

 

1Entrevista a Don Erasmo, integrante del Plantón El Carrizal, agosto 2019.

2Entrevista a Don Chico, Autoridad Indígena e integrante del Plantón El Carrizal, agosto 2019.

3Entrevista a Doña Carmelita, Autoridad Indígena e integrante del Plantón El Carrizal, agosto 2019.

4 Entrevista a Doña Carmelita, agosto 2019.

5Entrevista a Don Erasmo, Cit.

6Entrevista a Don Chico, Cit.

7Entrevista a Don Erasmo, Cit.

8Entrevista a Don Chico, Cit.

9Entrevista a Doña Carmelita, Cit.

10Entrevista a Don Erasmo, Cit.

11Entrevista a Doña Carmelita, Cit.

12Entrevista a Don Chico, Cit.

13Entrevista a Doña Carmelita, Cit.